miércoles, 5 de mayo de 2010

ZOMBIES - Antología de John J. Adams (Minotauro, Editorial Planeta, 2009)



Foto y texto: Pilar Alberdi

Con los años ha aumentado mi conocimiento de que los escritores, al menos gran parte de ellos, son personas que realizan grandes esfuerzos para enfocar ciertos temas de un modo diferente a lo que ya se había hecho. Quizá el tema zombie sea, en cierto modo, una excepción. Lleva cierto tiempo siendo siempre un poco más de lo mismo: esa horda, esa masa de muertos vivientes buscando a los vivos para comérselos. Visto así, algunos escritores renunciaríamos a escribir sobre el tema. No sé en dónde leí, siento no recordarlo, que esta visión zombie responde a la forma de ver las superpotencias el mundo, hay enemigos, son inferiores y se los puede vencer. Y al conseguirlo se sienten seguras. No sé si será así. Supongo que a los países así como a las personas sus perores pesadillas se les aparecen en sueños. De cualquier manera, yo percibo que en el tema de la ciencia ficción, los escritores norteamericanos han sabido señalar los puntos débiles de su país como el militarismo, las guerras, el cambio climático, infecciones y virus, la diferencia con los otros, etc. ¿Hace falta nombrar autores? Creo que no. Pero pongamos a Clarke, Dick, Bradbury, Asimov, y ya tenemos por dónde iniciar la lista.
A mí me gustan las antologías de relatos que hacen los norteamericanos porque suelen presentar al autor y, además, muchas veces acompañan una pequeña información sobre las razones que motivaron la idea del cuento. Veamos algunos ejemplos de lo que digo en este libro. Nina K. Hoffman autora del relato El tercer cadáver señala que se pasó un verano leyendo casos de psicópatas, y como resultado pudo escribir ese cuento. Seguramente, escribió más. A Jeffrey Ford su cuento El zombie de Mathusian le surgió de la lectura de un artículo de psicología de Julian Jaynes. Otros como Darrell Schaweitzer volvieron su mirada sobre casos sin resolver. Laurell K. Hamilton considera normal hablar de muertos o espectros porque ese tema estaba muy presente en las historias de su familia. Norman Partridge comenta que la idea de su relato Hermosa como la noche surgió mientras miraba La noche de los muertos vivientes. La estaba viendo en un autocine y al recordar que el lugar estaba rodeado por tres cementerios, junto con su miedo apareció la idea del cuento. Otros escribieron por una apuesta que hicieron con otros compañeros de profesión. Hay quien lo hizo pensando en la crucifixión; quien busco cómo tratar el tema de los zombies bajo un aspecto político; quien buscó un lugar mágico que sirviera para ambientar un relato; e incluso quien se inspiró en un compañero de profesión adicto al alcohol.
Entre los relatos que me han gustado mucho están: El tercer cadáver de Nina K. Hoffman, Flores de David J. Schow y La foto de la clase de este año de Dan Simmons.
Los traductores de estos relatos han sido: Patricia Nunes, Diana Falcón, Simon Saito y Bettina Blanch.

2 comentarios:

  1. Gracias por recordarme, Pilar, este libro.

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  2. Además, eso que comentas es una de las virtudes de las antologías americanas, esas introducciones en que se habla del autor y de las circunstancias especiales que llevaron la idea inicial a la realidad del cuento publicado.

    Me gustó tu reseña.

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