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lunes, 1 de julio de 2013
«EL BOSQUE ANIMADO» DE WENCESLAO FERNÁNDEZ FLOREZ
Por: Pilar Alberdi
Leer obras que nos sorprendan, por las que el tiempo no pasa, es algo que se da muy pocas veces. Y esto es lo que sucede cuando leemos El bosque animado de Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964). Como los buenos vinos, solo ha sabido mejorar con los años. Hay obras que quedarán para la Literatura con mayúsculas y esta es una de ellas.
La historia se pone en pie desde un lugar al que se siente y se observa, La fraga de Cecebre, un terreno boscoso como los que hoy se pueden encontrar en Galicia. Lo que ocurre allí, sólo puede ser visto y captado por sensibilidades especiales, las que son capaces de ver los pequeños y no tan pequeños animales que se mueven por el bosque, las que se admiran de cómo se filtran los rayos del sol entre las hojas y las ramas de los árboles, las que nunca entrarían a ese espacio pensando en cuánto dinero darían esos árboles si se los cortase.
«La fraga es un tapiz de vida apretado contra las arrugas de la tierra; en sus cuevas se hunde, en sus cerros se eleva, en sus llanos se iguala. Es toda vida: una legua, dos leguas de vida».
La palabra «fraga» hace referencia a un «bosque inculto» como lo define el autor, es decir, un bosque con sus malezas, sus peñas, su soledad, su oscuridad y su encanto. Y la palabra Cecebre a un pueblo.
«Cuando un hombre consigue llevar a la fraga un alma atenta, vertida hacia afuera, en estado —aunque sea transitorio— de novedad, se entera de muchas historias».
Wenceslado define a los pequeños seres que viven allí entre la maleza: «almas pequeñitas» como pueden ser las de los insectos, y tantas más, incluso de carácter fantástico.
La acertada descripción vuelve nuevo lo ya sabido: «Los árboles tienen sus luchas. Los mayores asombran a los pequeños, que crecen entonces con prisa para hacerse pronto con una ración de sol», esas raciones de sol de las que la tierra gallega siempre anda escasa.
En la fraga también hay una especie de árbol extraño: un poste de teléfono, con ramas metálicas. Y los árboles cantan canciones gracias al viento, a veces, las hojas imitan el sonido del tren al pasar o el de la presa del molino, pero no saben estar calladas, siempre tienen mucho que contar.
Y así poco a poco nos va llegando la vida de esa pequeña comunidad, donde los pobres son cada día que pasa más pobres y los ricos más ricos. Esta Marica de la Fonte (viuda) con sus hijos Fuco y Pilar. Geraldo, que vive solo, lleva una pierna de madera y se ha convertido en buscador de agua, en pocero. Está enamoradísimo de Hermenilda que de tanta pobreza decide irse a la ciudad a trabajar como criada. Geraldo descubre, cuando por fin lo consigue, lo que puede aislar del mundo el abrazo de la persona amada, mientras que ella, Hermenilda, piensa en las nuevas posibilidades que le ofrece su juventud y su belleza y que le corroboran en la ciudad los piropos de algún señorito. También está Xan de Malvis que decide convertirse en el bandido Fendetestas, Su ansiado sueño, robar a un cura, que son los que tienen los hórreos llenos de abundancia, producto de las aportaciones de los campesinos a la parroquía.Y está aquella a la que todos consultan, la bruxa, la Moncha, la que puede decir lo que intuye o lo que adivina, y el aparecido, aquel que ni se va ni se queda, y, por supuesto, la «Santa compaña».
Esta es una historia bella que no peca de aquello que John Gardner llamó en El arte de la ficción, la «aburrídisima igualdad».
«Cada vez que el trigo grana, cada vez que florece el cerezo, cada vez que el pájaro rehace su nido, ha pasado un año».
La obra muestra las condiciones de vida de una época de España, terrible, en la que una gallina costaba dos pesetas y eso podía representar una fortuna. Y, ya por último, destacar la universalidad de los personajes, y los diálogos.
La edición que yo tengo es de Anaya. También está en otras editoriales, por ejemplo, en Cátedra. La película que recoge esta historia la dirigió José Luis Cuerda.
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La peli me encantó, así que me llevo el libro apuntado =)
ResponderEliminarBesotes
Estupendo. Mientras que la película basada en la novela busca retratar la parte más realista, el libro mantiene, siempre, ese tono fantástico que deleita.
ResponderEliminarSaludos.