«INTRODUCCIÓN A LA LITERATURA FANTÁSTICA» DE TZVETAN TODOROV

Reseña: Pilar Alberdi

En esta obra, Tzvetan Todorov parte de las premisas sobre géneros elaboradas por otros autores como Northrop Frye, teorías que ya existían en Valéry, Mallarmé, Goethe, T. S. Eliot, los formalistas rusos, y críticos de la literatura recientes como Blanchot o Barthes, y aún cuestionándolas y pretendiendo un estudio científico, comprende la especificidad de una obra literaria, aquello que la hace única, y la enorme dificultad de acertar en la limitación o división correcta del estudio de los géneros e incluso de las temáticas de lo fantástico. Dificultad que se le hará más visible a medida que avanza en su ensayo.
Cuando Todorov intenta una definición de lo fantástico, llama la atención sobre la «vacilación» ante lo sobrenatural que se produce en el lector y también a la que puede mostrar el narrador. Pero al preguntarse si esta es la única posibilidad, ya avanzado el libro y ante el análisis de obras más modernas, llega a la conclusión de que no se trata sólo de eso y que lo que bien valía para el siglo XIX, lo fantástico como recurso para contar, explicar temas (necrofilia, incesto, violaciones, etc.) que no se podían mostrar de otro modo en la sociedad de la época, ya no era necesario ocultar a partir de los hallazgos de Freud, consignados posteriormente en el psicoanálisis y en el interés de la población, en general, por el «consciente y el inconsciente». Bajo esta lupa todo tenía una explicación.
Cita también las definiciones de lo fantástico de autores como Louis Vax,Roger Caillois. Si para Lovecraf lo importante era el terror y la creación de una cierta atmósfera, capaz de crear una impresión concreta, Todorov nos recuerda que autores como Shakespeare o Goethe utilizaron recursos de tipo fantástico en sus obras. Por supuesto cita a otros como Prosper Merime, Henry James, Poe, Perrault, Daudet, Maupassant, Gogol, Balzac, Nerval, Villiers de l'Isle Adam, Hoffmann, Potacki, entre otros.
También recoge la importancia de la utilización de la primera persona, un caso bien conocido es de los cuentos de Poe, ya que permite una rápida identificación del lector con la historia. No así en las obras de tipo maravilloso, en las que no considera fundamental, la utilización de la primera persona.
Dentro de lo fantástico, parece decir Todorov, lo extraño se sitúa en el pasado (La caída de la Casa Husher) y lo maravilloso en el futuro. Y es difícil no estar de acuerdo.
También señala la relación de la novela policial, con lo fantástico - extraño. Hay una serie de hechos que muchas veces parecen sobrenaturales y que, finalmente, serán descartados en favor de lo real, concreto, racional, normal. (Diez negritos de Agatha Christie o El cuento ardiente de John Dickson Carr).
Dentro de lo fantástico maravilloso señala variedades como lo maravilloso puro, hiperbólico, exótico e instrumental.
A continuación intenta un pequeño estudio de la poesía en relación con la alegoría y también comenta un poco la fábula. Las relaciones de estos géneros con lo fantástico, y con la literatura en general. Y siempre que estemos ante una alegoría, lo que ocurre muchas veces en las poesías, estaremos ante un mensaje de doble sentido como ocurre en lo fantástico. Entre las alegorías destaca las de tipo evidente (Perrault, Daudet); ilusoria (Gogol); indirecta (Balzac, Villiers de l'Isle Adam; vacilante (Hoffmann, Poe).
Más allá de la mitad del libro analiza los temas en la literatura fantástica y después de citar a otros estudiosos del tema como Dorothy Scarborought, Peter Penzoldt, Roger Caillois, llega a la conclusión de que sabe lo que no se debería hacer a la hora de definir géneros y temas, pero todavía no se siente seguro de cómo formular una nueva división y por eso, y quizá con el objetivo de conseguirlo, propone una división temática de la literatura fantástica basada en Temas del yo y Temas del tú. Entre los primeros estarían el pan-determinismo, la multiplicación de la personalidad, la ruptura del límite entre sujeto y objeto, y, por fin, la transformación del tiempo y el espacio, y el temor a la locura. También resalta aquellos temas que tengan que ver con la mirada, con lo que se ve, con ser mirado o mirar, con las formas de hacerlo o los objetos utilizados. En los Temas del tú estaríamos ante la crueldad ejercida sobre otros, el deseo sexual o una sensualidad exagerada, la muerte (necrofilia), y otras variaciones como la muerte después de la vida (zombies, lobizones, vampiros, me atrevería a sumar ángeles y otras variaciones de seres). También estarían dentro de los Temas del tú, la homosexualidad y el incesto. Son temas marcados por el deseo (inconsciente) y que tienen que ver con la estructura de la personalidad. Según Penzoldt, «lo sobrenatural no era más que un pretexto para descubrir cosas que jamás se hubieran atrevido a mencionar (los autores) en temas realistas» frente a la sociedad de su época.
Pienso que el acierto mayor de Todorov es el de reconocer las limitaciones a las que se enfrenta este estudio, al verificar que autores como Kafka, rompieron el esquema vigente de lo fantástico hasta el siglo XX. En su caso, no adelanta como se esperaba nada sobrenatural que sobresalte al lector, sino que lo sitúa en esa irrealidad, como sucede en el caso de La Metamorfosis. Cita también Todorov como otros críticos literarios ya vieron un precedente de esta posibilidad en el cuento La nariz de Gogol.
En este tipo de historias, puede que el lector dude de lo sobrenatural, pero nunca lo hará el narrador que cuenta los hechos como verídicos.
De este modo, dice Todorov, también comienzan las mejores historias de Ciencia Ficción. Una sociedad, un suceso o hecho fuera de la realidad que cada vez se torna más cercano y unido a la realidad que vive el lector.


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