Hay que reconocer que la portada no deja indiferente. Una mezcla de primitivismo y de paraíso del Edén perdido. Lo que dejamos atrás y, a la vez, lo que permanece entre nosotros. Sí, creo que provoca atracción y respulsión al mismo tiempo. Somos la sociedad que avanza y, al mismo tiempo, la que mira al pasado y al futuro, asustada. He leído ya una buena parte... A ver si la semana que viene puedo subir la reseña. Pero dejo aquí una pregunta para los caballeros: ¿por qué hay tanta necesidad de poner tacos en los relatos? Yo, supongo, que en otros siglos también se decían, no sé cuáles, pero no se escribían. ¿Por qué la palabra "puta", "coñazo" y otras... Acaban apareciendo siempre. Y, por supuesto, "prostituta", incluso aunque no haga referencia directa a una mujer... Saludos.
Espero que te guste ;-)
ResponderEliminarBuenos autores. La cosa promete.
ResponderEliminarY aunque no sea una cosa en la que me suela fijar, la portada está muy chula.
Hay que reconocer que la portada no deja indiferente. Una mezcla de primitivismo y de paraíso del Edén perdido. Lo que dejamos atrás y, a la vez, lo que permanece entre nosotros. Sí, creo que provoca atracción y respulsión al mismo tiempo. Somos la sociedad que avanza y, al mismo tiempo, la que mira al pasado y al futuro, asustada.
ResponderEliminarHe leído ya una buena parte... A ver si la semana que viene puedo subir la reseña.
Pero dejo aquí una pregunta para los caballeros: ¿por qué hay tanta necesidad de poner tacos en los relatos? Yo, supongo, que en otros siglos también se decían, no sé cuáles, pero no se escribían. ¿Por qué la palabra "puta", "coñazo" y otras... Acaban apareciendo siempre. Y, por supuesto, "prostituta", incluso aunque no haga referencia directa a una mujer...
Saludos.