domingo, 25 de septiembre de 2011

CERA DE BABILONIA DE SALVADOR ORTIZ



Por: Pilar Alberdi

No hace tanto tiempo aún comentaba aquí la salida de este libro Cera de Babilonia de Salvador Ortiz. Un interesante libro que nos obliga a plantearnos temas como el del "déjà vu". El libro venía precedido por un prólogo del escritor Nacho Ares, colaborador de la cadena SER y del programa Cuarto Milenio.
Y ahora, sale la segunda edición. En el acto de presentación, el director de cine sevillano Juan José Serrano puso en escena el capítulo V de la obra.
Por este motivo, y como ya hiciera con motivo de la primera edición, he querido saber algo más sobre el autor y su obra.

Salvador, esta segunda edición ¿representa para ti?
Es una satisfacción enorme. El libro cada vez va teniendo más difusión y para todo escritor es muy importante que esté al alcance de los lectores. Desde un punto de vista más personal, esta segunda edición representa la confirmación de que todo va por buen camino y de que mis ilusiones van convirtiéndose en realidades. Lo que me procura una felicidad inmensa.

Háblanos de Cera de Babilonia. El argumento, el tema.
Hace diez años aproximadamente en un telediario vi un reportaje sorprendente. Recuerdo como un niño pequeño, de cuatro años de edad, tocaba el piano de forma asombrosa. Sin conocimientos musicales. El titular de la noticia era: “El nuevo Beethoven. Un pequeño con un don extraordinario”. Ese mensaje se me clavó en la mente sin contemplaciones y poco a poco fue ganándose toda mi atención. Esta fue la simiente de la historia. A través de una trama detectivesca y llena de acción se le da una respuesta al secreto de los dones: ¿Qué convierte a una persona en un genio venerado a través de los tiempos?
Del mismo modo, el tema del libro trata sobre la consecución de nuestros sueños. Todos estos ingredientes dan como resultado una historia de fantasía, misterio y acción, acompañada de un sentimiento tan humano como es la superación de las adversidades.

¿Cuáles crees que son las mayores dificultades a las que se enfrentan los escritores noveles?
Una pregunta muy interesante que voy a tratar de responder con uno de los pasajes de Cera de Babilonia:

—Supongo que el hecho de conseguir el puesto de trabajo no se basa única y exclusivamente en narrar mis peripecias con la hipnosis — dijo Cristian Campos.
—En eso tienes razón. ¿Cuánto llevas dedicándote a esto? – preguntó Paula-.
—Lo justo para saber que a nadie le regalan nada y que aquel que no tiene padrino no se bautiza. Llevo años, desde que acabé los estudios de la facultad, buscando un trabajo digno. Supongo que alguna vez en la vida todos pensamos que somos especiales. Que hemos venido al mundo a hacer algo importante. A muchos se les desvanece ese sentimiento con el paso de los años. Otros se convierten en personas reconocidas sin darse cuenta de lo que acaban de conseguir y, por último, están los que se consideran importantes, pero de una manera u otra la sociedad pretende hacerles ver que están equivocados.
—Y tu caso es el último.
—Mucho trabajo y mucho sacrificio. Pero casi nadie ofrece oportunidades a los que estamos al principio del camino. Les da igual tu potencial, tus aptitudes, tus ganas por hacerlo bien. Nadie quiere ver más allá de lo que ya conoce. Te embaucan con falsas esperanzas, trabajas gratis
con la intención de ganarte la confianza de quienes pueden ayudarte. Pero siempre hay alguien con más experiencia que yo, con más reputación que yo, que se acaba todos los trozos del pastel.

Este caso concreto de la novela, donde Cristian pretende convertirse en un profesional de la psicología y la hipnosis, se puede extrapolar perfectamente al mundo literario. Unas contrariedades que sirven para aprender del camino e insistir, con ilusión y trabajo, en alcanzar aquello que nos procura felicidad y bienestar.

Con este tiempo de experiencia en tu haber, ¿qué consejos les darías a los jóvenes escritores?
Que disfruten creando la obra, sin pensar en qué pasara con ella en el futuro. Cuando una persona se siente realizada consigue sus propósitos con más facilidad.


¿Qué admiras en otros escritores?
El interés por ayudar a los que empiezan. Tener la posibilidad de seguir sus indicaciones en el difícil camino de la literatura. Aprender de sus errores y aciertos y cargarnos de optimismo al comprobar que nada es imposible si creemos en nuestras posibilidades.

¿Sientes una preocupación ética a la hora de escribir?
Con paciencia y constancia persigo vivir de la literatura. Enseñar a mis lectores mi particular visión de la realidad y, cómo no, difundir ese compromiso social que me impongo con cada historia que escribo. Todas las personas con capacidad para crear deben tener una preocupación ética, pues sus obras, aunque no siempre, son propicias al análisis personal y se emiten juicios de valor.
Antes de finalizar quiero acordarme de una persona que se ha identificado tanto con mi causa, que le estaré agradecido eternamente: Maite Zúñiga. Como es lógico sigo aprendiendo cada día. Poco a poco voy alcanzando metas. Actualmente, este camino está siendo maravilloso porque no lo estoy recorriendo solo. Cogida a mi mano, con su brazo por encima de mi hombro, está mi agente literaria Maite Zúñiga. No solo camina conmigo, sino que con su trabajo ha arrancado de cuajo la incertidumbre de los márgenes del sendero y ha ampliado la ruta con su optimismo y perseverancia. Gracias a su ayuda la llama de Cera de Babilonia brilla con más intensidad cada día. Mi más sincera gratitud a todos mis lectores, por sus opiniones y enseñanzas, y, por supuesto, a mi familia y amigos.

Les dejo aquí el enlace a la página del escritor Salvador Ortiz.


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