lunes, 16 de mayo de 2011

ANILLOS MÁGICOS Y MUROS TERRORÍFICOS.


Por: Pilar Alberdi

Anillos mágicos

La historia de El señor de los anillos J. R. R. Tolkien no nació como trilogía, pero la escasez de papel tras la Segunda Guerra mundial lo hizo posible. Pensado como libro único, acabó en tres volúmenes.
Fue el editor de Minotauro, el argentino Francisco Porrúa, quien veinte años más tarde de su publicación en Europa, compró los derechos y la tradujo al castellano. Como la situación era difícil en la Argentina de las dictaduras, Porrúa se trasladó a España y es aquí donde comienzan a aparecer los libros. Y donde más tarde se venderá la editorial.
Entre los antecedentes de la obra se encuentran las sagas nórdicas, de las que que incluso tomó algunos de los nombres de los personajes, pero siempre negó que su obra tuviese parecido con El anillo del nibelungo, aunque esta también proviene de las sagas nórdicas, en concreto, de las sagas islandesas. Richard Wagner escribió el libreto de El anillo del nibelungo y la música de esta opera en el transcurso de 26 años que van de 1848 a1874. Consta de una introducción (El oro del Rín) y varios dramas (La Walfkiria, Sigfrido y El crepúsculo de los dioses). Se estrenó en el festival de Bayreuth (Alemania) en 1876.
La historia trata de un anillo mágico creado por el enano Nibelungo Alberich con arenas del Rin. La posesión del mismo, puede suponer la del mundo. Razón por la que numerosas fuerzas en conflicto intentarán obtenerlo.

En la base de El señor de los anillos hay simbologías mitológicas y católicas. Y teniendo en cuenta el tiempo que le llevó a su autor escribirla (más de diez años), es normal que quisiese dejar allí parte de su experiencia de vida.
Como curiosidad se puede indicar que la editorial que se la había pedido como una continuación de El hobbit, desestimó su publicación tras leerla, por considerarla seria y madura. El autor se la ofreció a otra editorial, pero al final, la publicó la que la había solicitado.
En El señor de los anillos aparecen de forma reelaborada lugares y realidades que el autor vivía a diario.
Algunos críticos dijeron que su obra era infantil, que sus personajes nunca llegarían a púberes, y calificaron al autor de fascista, señalando que los personajes buenos tenían la piel blanca, y los malos la piel oscura, teoría que el autor rebatió justificando su profesión de militar y el bando para el que había luchado.
Creo que algunas de esas opiniones merecen que nos hagamos algunas preguntas: ¿cuál es el recorrido que siguen los libros?
Pienso que la mayoría nacen sin un destino claro, y será el tiempo y las circunstancias, ni siquiera las críticas del momento, las que los sitúen o no en las preferencias del público del futuro. Pensando en este tipo de hechos, hice cuentas y recordé el año en que la obra El Principito de Saint de Exupery se convirtió en un éxito de ventas en el mundo hispanoamericano. Y eso fue, 30 años después de que se publicase por primera vez en Europa.


Muros terroríficos

Viene este comentario al hilo de que muchas personas con interés en el subgénero épico de la literatura fantástica está viendo por la televisión la serie Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin. Recuerdo que cuando leí la obra, que me facilitó uno de mis hijos, hace ya varios años, me pareció poderoso el inframundo que se dibujaba más allá del muro, especialmente, cuando al principio de la novela, aún no habíamos incursionado dentro de esa frontera como lectores ,y desconocíamos lo que en ese gélido paraje sucedía.
Al margen de esa capacidad que tiene J. R. R. Martín por acabar en cada capítulo con un personaje, capacidad que cada cual valorará o no de su gusto, hay que decir que la vida de estos seres está marcada por el deseo de poder, el crimen y el incesto. Estos últimos, son dos de los tabúes más importantes de la sociedad.Especialmente, el del incesto. Oculto pero no resuelto, y más presente en la sociedad de que cualquiera pueda imaginar.
Creo recordar de una lectura que hice hace tiempo que George R. R.Martin, recogió las dos R. R. para su nombre profesional, en recuerdo de J. R. R. Tolkien. Por tanto, su admiración al autor anglosajón queda sellada por este simbólico acto, que además le honra. Y es de hecho, una de las influencias que cita para su obra.

La serie no la veo, pero si recuerdo que ese muro, en las páginas iniciales del libro, que se describe como separación, límite o detención de lo terrorífico, incluso zona de castigo a donde se relega a los que han caído en desgracia, recuerda mucho al de Adriano, por el misterio de lo que podía haber más allá, frontera que nadie se animaba a traspasar, y que se muestra muy bien en la película La legión del águila que todavía se puede ver en los cines españoles.
Todo muro, en definitiva, nos habla del temor al otro, de la defensa y de la división interesada y racionalizada entre nosotros y los otros. Pero también nos habla de la infinidad de vidas que han costado en su construcción y también en la búsqueda de la libertad.

6 comentarios:

  1. Pilar, me encantó la reseña de Tolkien, no sabía lo del editor argentino; ni su periplo para publicarlo.
    Grandísimo
    Besos

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  2. Querido amigo, la verdad que fue una pena que tanta gente se tuviera que ir de Argentina, y que incluso escritoras de literatura infantil, sufriesen la prohibición de sus libros.
    Lo que demuestra hasta qué punto a los dictadores no les agrada la cultura que hace pensar.
    Un abrazo.

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  3. Muy buena entrada, llena de rincones y lugares que no había visitado ni intuido. Se nota tu pasión por las dos (tres) obras. Ah, el Muro para mí es lo mejor de la canción. Los muros, ¿cuántos hay aún?
    Saludos.

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  4. Buenos días, Igor:
    Teniendo en cuenta como somos, demasiados muros seguirá habiendo.
    Para quien tenga interés en saber cuántos hay actualmente y en dónde están, este artículo es una buena referencia:
    "Algunos de los actuales muros".
    http://www.larepublica.com.uy/editorial/419045-del-mundo-de-los-muros-a-los-muros-del-mundo
    Saludos.

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  5. Me encanta esta entrada. Desconocía que George R.R. Martin había tomado el R.R. de Tolkien. Las críticas que la obra de Tolkien, por otro lado, ya las conocía. Siempre que leo algo que hace referencia a ellas, me pregunto cuanto de verdad tienen, y cuanto de desconocimiento.

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  6. Gracias por tu comentario, Cristian.
    Acabo de pasar por tu blog y he visto que entre tus películas favoritas también figura "El señor de los anillos".
    Te deseo mucha suerte con tu nuevo libro.
    Un saludo.

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