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lunes, 11 de abril de 2011
"NOCHES DE SAL" DE DAVID MATEO.ENTREVISTA Y RESEÑA.
Por Pilar Alberdi
El autor David Mateo ha tenido la amabilidad de contestar una pequeña entrevista con motivo de la publicación de esta reseña.
David, ¿qué representa para ti este libro en el conjunto de tu obra?
Es un punto y seguido, ya que la literatura fantástica sigue formando parte de mí. «Noches de sal» es un compendio de inquietudes, de pensamientos y de sentimientos vinculados con la literatura y el arte. Es otra mirada a una Valencia menos luminosa, teñida de tinieblas, que nos desvela el romance de dos personajes encontrados: Abel y Aurora. Ambos tendrán que enfrentarse a lo paranormal mientras un asesino en serie está sembrando el terror en un futuro cercano.
¿Percibes un avance en el dominio de la técnica con cada novela terminada?
Siempre. Cada libro es una nueva oportunidad para avanzar en el método de la escritura y en la forma. Aunque lo cierto es que Noches de sal es más que todo eso: es un puzzle literario o dos libros escritos en paralelo. Por un lado la historia de Aurora y Abel y por otro la de Pilatos y Patricia. Conectar los cabos y que no se pisara ninguna trama fue sumamente complicado, pero creo que el resultado final vale la pena.
Como indica muy bien José Miguel Vilar Bou en el prólogo a Noches de sal, ¿crees que para muchos lectores habrá una Valencia anterior y posterior a esta visión que ofrece tu libro?
Muchos amigos que han leído la novela y que viven en el Casco Antiguo de Valencia han coincidido con ese comentario. Aunque lo cierto es que Valencia es una ciudad gótica per se, con todas esas casonas antiguas en el Barrio del Carmen y con esa variedad multirracial que podemos encontrar en la babilónica Ruzafa. La Capital del Turia se convierte en el escenario perfecto para una novela negra llena de romances y persecuciones imposibles.
El escritor Mathewc J. Bruccoli dijo que «un escritor es su material, y éste es tan literario como puede hacerlo el escritor». ¿Uno es literatura?
Estoy completamente de acuerdo. No creo que pudiese existir una cosa sin la otra. El escritor y su obra forman un binomio indivisible. Yo no soy muy amigo de transcribir experiencias propias, pero cuando te pones frente al procesador de textos es inevitable que una parte de ti se escurra entre los pensamientos que nacen en las entrañas. Me parece un comentario muy acertado y que define perfectamente la relación entre el escritor y su obra más íntima.
¿Qué les dirías a los lectores para que compren y lean tu novela?
Primero y principal, que es una novela diferente, que nos dejemos llevar por la sinfonía del fantástico, porque en las páginas de «Noches de sal» hay horrores inconfesables, pero también amores puros y relaciones profundas que sólo pueden surgir de la mezcla de la prosa y de la imagen. Que es un thriller en toda regla, con asesino en serie a lo Hannibal Lecter y con pasajes tan despiadados como los que encontramos en «Seven», pero que se compaginan con capítulos llenos de humor y de romanticismo. Es la novela que un servidor siempre ha querido leer.
Gracias David.
Gracias a ti, Pilar.
RESEÑA DE «NOCHES DE SAL» DE DAVID MATEO.
Por: Pilar Alberdi
«Los libros son los únicos confesores de los hombres». (Noches de sal) David Mateo
Sirven a la presentación de Noches de sal de David Mateo, la ilustración de portada y diseño de cubierta de Alejandro Colucci más las palabras de José Miguel Pallarés: «El fantástico castellano tiene pocas novelas imprescindibles, y esta es una de ellas». A ellas se suman, el prólogo de José Vilar Vou, quien también cierra la contraportada, con las siguientes palabras: «Noches de Sal, una novela que puede ser tierna y cruel; intensa y ligera; justa e injusta; siempre sorprendente y atrevida. Siempre pasando de lo posible a lo alucinante. Bajo los rincones más suciamente reales de la ciudad se esconden espacios para la fantasía, escenarios deslumbrantes y sugerentes. No sé qué reacción causará Noches de sal en los demás. Yo al menos ya no puedo ver Valencia tal como la veía antes.». En medio, un exquisito volumen de tapa dura con cubierta doble, que da gusto admirar. Se hace evidente el buen trabajo de corrección de Susana Eevee y la maquetación de Sergio Mars.
El libro está dedicado al padre del autor.
Lo primero que quisiera resaltar de esta obra de David Mateo, es su talento para llevar adelante la historia, y la estructura en capítulos que recogen el pasado y el presente de los protagonistas, como si se tratara de historias paralelas que van creciendo en intensidad.
Estamos ante un escritor-lector, que además entiende de teoría literaria y en cada nueva obra pone su empeño para superar a la anterior. Aunque lo ha dicho en una de las respuestas a las preguntas que le hice en la entrevista que han tenido ocasión de leer, es algo que se percibe inmediatamente. El libro se va superando a sí mismo, y después de un principio fuerte, al que sigue un movimiento más suave, la música trágica que marcará los compases de este libro nos empujan a oírla, una y otra vez, hasta el final, aunque, a veces nos invite al baile romántico de una pareja, y otras, sea un gemido desolador de enorme congoja y difícil interpretación humana... El escritor, es muy hábil en este sentido, y no nos dejará cerrar el libro, salvo para que nos tomemos un descanso, hasta el último punto y final. Atrapados, esto es lo que consigue Noches de sal. Tenernos atrapados al igual que lo están los protagonistas en esa difícil frontera que separa lo conocido de lo desconocido, las fuerzas del bien de las del mal. De ahí que recojamos con entusiasmo sus guiños a otros autores ya clásicos e incluso a conocidos personajes creados por los mismos, haciendo que la riqueza contenida en la evocación de algún nombre, aún tenga mayor carga simbólica.
Pero las referencias literarias persisten y pondré aquí algunos ejemplos de las páginas 151 y 159: «¿Crees Abel, que hay un mundo más perfecto que el que describen Frost, Auster, Borges o Benedetti?» «Los libros son los únicos confesores de los hombres» «La imaginación: la clave que deja atrás la realidad y nos permite cruzar el libro de los sueños» y todo esto entre libros usados y personas que trabajan en la renovación y conservación de los más antiguos, en una ciudad en la que, mostrada como lo hace David Mateo, lo gótico se une a lo moderno, y los callejones suspiran de humedades muertas ante los refulgentes puentes que cruzan el río.
Cuando una está ante un escritor-lector, sabe que siempre acaba aprendiendo algo nuevo. Porque llevado de su imaginación, elabora historias con sentido, cuyas ideas quizás no aparezcan a la vista, pero que subyacen en la trama. Esta vez, le ha tocado a Valencia ser la reina de esta historia, y David Mateo la pone frente a un espejo, el del fantástico español, para asombro de sus conciudadanos.
Para quienes no somos de la ciudad del Turia, pero alguna vez hemos pisado sus calles, ha sido un descubrimiento el hallazgo en este libro de datos de una antigua academia literaria, fundada por el insigne Bernardo Catalá de Valeriola, así como la existencia del palacio en donde se reunían los integrantes. Movimientos literarios y científicos que no fueron exclusivamente de dicha villa, sino que surgieron paulatinamente por todo el territorio. Y de entre estas figuras, el autor recalcará muy especialmente una, destinada a un baile dantesco a los pies del asesino.
La investigación, el trabajo de fondo que luego parece espontáneo, refleja la capacidad de David Mateo para hacer suyos y que luego parezcan naturales, conocimientos adquiridos durante el proceso de preparación del libro, tanto de farmacología y medicina como de psicología. Nombra teorías, formas de terapia, de hacer operaciones quirúrgicas con total eficacia y conocimiento. Quizá, alguien se engañe y piense que cualquiera puede conseguirlo, pero no es tan fácil. Lo afirmó en su día Blaise Pascal: «Los mejores libros son aquellos que quienes los leen creen que también ellos pudieron haberlos escrito». Pero lo cierto es que en estas 550 páginas hay laboriosidad y entrega a un proyecto de libro que debió, por sus mismas características, ser una carga difícil de llevar durante bastante tiempo.
La mayoría de los personajes jóvenes que ponen en pie esta obra, son seres deseosos de comerse el mundo. Están en esa edad de las uniones rápidas y las rupturas fáciles, y aún así permanecerán condenados a vivir juntos esta dramática historia hasta las últimas consecuencias. Si no lo habían descubierto antes, comprenderán las terribles fuerzas que imperan más allá de lo conocido, y que pueden afectar a sus vidas. Muestran, además, esa espontaneidad, esa fe ciega, cándida, inocente en su buena suerte y su feliz destino, y por supuesto, el deseo vital y sexual propio de su edad. Por otra parte, y ya hablando de los rasgos psicológicos, el narrador nos mostrará varones que no esconden sus debilidades; un policía solitario que siempre sabe tanto o menos que los lectores, y que va escudado de su soledad tras una capa de machismo altanero que le sirve para disfrazar su vida; y a ellas, las mujeres, las mostrará fuertes, con interés por sacar adelante una profesión que les garantice una independencia; aunque no por ello puedan quedar al margen de la soledad, el desamor, y la pérdida de juventud. Aunque también están los personajes más débiles, que irán haciéndose fuertes.
«Patricia se quitó la goma que le recogía la coleta y dejó que el cabello fluyera con vitalidad. Le devolvió una sonrisa al camarero. La aureola de sus mechones dorados contrastaba con las sombras que la rodeaban. Algunos clientes apoyados en la barra se volvieron hacia ella. Patricia se sintió la vieja reina de la fiesta de fin de curso que, tras fracasar en la vida, languidece junto a su belleza en tugurios de mala muerte» (...)¿Qué quedaba de aquella Patri risueña y optimista? Tan solo una autómata exprimida por la burocracia».
David Mateo hace suya a la ciudad de Valencia, y la pone frente a un espejo fantástico, donde prima lo terrorífico, pero donde también abunda el romanticismo; y donde los géneros más diversos encuentran su acomodo, y por eso mismo, resulta, además de por otros méritos literarios, atrayente y sugestiva. Y está muy claro que, sin cierta carga de terror, esta obra podría alcanzar un mayor número de lectores. Aunque allí, donde el autor coloca el terror más inquietante, también brilla con mérito propio la poesía más delicada:
«Aurora recordaba la pequeña candelilla flotando en un recipiente con un poco de aceite. Su madre solía dejarla en el suelo del pasillo, y la luz que desprendía bailaba en las paredes, como si alguien quisiera apagarla pero no tuviera suficiente aire en los pulmones. La lamparilla era un barquito redondo ardiendo...»
Ahí queda bailando en las últimas palabras el juego repetitivo de las consonantes, la d, la r... Y los recursos fonéticos se acentúan aún más en las palabras del psicópata, el exterminador, hasta llegar a un punto en que sólo el inicio de una frase, en la que destacará un tipo de paranomasia llamada políptoton, y que fue muy propia de la canción castellana del siglo XV, erizará el bello de nuestros brazos, alterará nuestro pulso y pondrá en alerta todos nuestros sentidos, al mismo tiempo o más que el de los personajes.
Hay, además, una tienda de venta de libros usados, un diario de una jovencita que lleva por título un curioso nombre, un cuento cuyo personaje es un escritor... Y unas ilustraciones. Y como el tiempo pasa, también sentimos los cambios de las estaciones, y observamos de cerca aquello que se le negaba a Buda y que él también tuvo que aprender a ver, como lo aprenderán los jóvenes en esta historia, la presencia espeluznante, y siempre trágica: de la violencia sin sentido, el dolor físico y psíquico, la pobreza, la enfermedad y la muerte.
En esta lectura que resulta fácil y que no lleva a confusiones pese a estar definida en dos tiempos, he saboreado el placer de ver unos rostros a través de unas descripciones justas y precisas como las que consigue, David Mateo, en algunos pasajes. De la secretaria del director de un periódico dice: «una mujerona con dientes de ardilla y mirada calculadora»; y de un personaje masculino «Tenía un aire a lo John McClane, pero en vez de ser un superviviente de rascacielos amenazados por terroristas, era un náufrago que había sabido salir a flote entre directores con ínfulas inmorales y periodistas pertrechados con el cuchillo de Judas»
Hay, además, un lenguaje culto, casi antiguo, de miradas prístinas, mohines, suspicacias, ojos embelesados, que convive con uno más prosaico. De tal modo que mientras leemos que «la lluvia golpeaba el cristal con una renuencia desquiciante», unos renglones antes o después y en pleno siglo XXI, se nos dice que la bailarina Alicia Thai llevaba puesto «corselete de encaje, una tanga que dibujaba el perfil de sus ingles y unas medias que recorrían centímetro a centímetro unas piernas interminables».
Hay aciertos descriptivos elocuentes como la llegada de la luz y el sol a un rincón de la ciudad, con toda su carga de esperanza y paz frente a una noche tétrica, y que el narrador describe como: «el último bostezo de la calle» o ese ruido que casi creemos oír, electrizante siempre, de los altavoces del hospital que «chisporrotean el nombre» de un ser querido que se encuentra en la sala de urgencia o el de un familiar. Y sin duda, tantas veces lo hemos percibido de esa manera, y con estremecimiento.
Indudablemente, Noches de sal de David Mateo, podía haber contenido más o menos terror, romanticismo o ficción, según el gusto de cada cual, pero lo que se puede apreciar con total seguridad, es la calidad literaria y la maestría del autor.
Y ahora sí: anímense, si son valientes, a entrar en esta historia...
Sinopsis de Noches de sal:
Aurora, a los once años, quedó marcada por las trágicas circunstancias de la muerte de su madre en un accidente de tráfico. Desde entonces, permanece recluida en un piso de la calle de Los Nocturnos de Valencia, encadenada a viejos rostros de su niñez y a unas criaturas fantasmagóricas que nacen de su propia psicosis.
Abel, joven ilustrador que trabaja para Las Provincias y que estudia medicina en la Facultad, llega hasta ella a través de una pasión común: la literatura. El arte y la inspiración consumarán una relación atípica entre ambos. Lo que ninguno de los dos sospecha, es que esa relación traerá consecuencias terribles en un futuro lejano que afectarán a las personas que más aman.
Una novela de terror con formato de thriller dividida en dos líneas temporales. Un grupo de mujeres tendrá que hacer frente a un asesino en serie, cuya metodología criminal le ha llevado a recibir el sobrenombre de Pilatos. Una entidad que siembra el terror por las calles de una Valencia gótica que
acaba convirtiéndose en un personaje más de la historia.
Ficha técnica:
Título: Noches de Sal
Autor: David Mateo
Portada: Epica Prima
Prólogo: José Miguel Vilar-Bou
Precio: 22,60 €
Tamaño: 23×16 Cm. Tapa Dura con Sobrecubierta
Páginas: 560
ISBN: 978-84-15156-11-6
El autor:
David Mateo. Valencia, 1976. Autor de novelas de género fantástico. Cuenta con ocho títulos entre su repertorio: Nicho de reyes, El último dragón, Encrucijada, Noches de sal, Heredero de la alquimia, Carne muerta, la novela juvenil El susurro del bosque y la recopilación de cuentos Perversa. Colaborador de la revista de cine Scifiworld y de varios diarios de la Comunidad Valenciana. En el 2009 publica el libro ilustrado Valencia CF, xé que bo en el que se realiza una mirada desenfadada y dinámica a los casi cien años de historia de la institución valenciana.
Trabaja como dinamizador sociocultural y gestor de eventos literarios para diversas entidades públicas y privadas. Es miembro fundador de NOCTE, la Asociación Española de Escritores de Terror, ha dirigido dos revistas dedicadas a la literatura fantástica y a lo largo del 2011 sus obras comenzarán a ser publicadas en el mercado francés.r, ha dirigido dos revistas dedicadas a la literatura fantástica y a lo largo del 2011 sus obras comenzarán a ser publicadas en el mercado francés.
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Qué interesantes la entrevista y la reseña. "Los libros son los únicos confesores de los hombres". Toda una declaración de principios y una invitación a leer "Noches de sal". ¡Felicitaciones, Pilar y David!
ResponderEliminarUn gran libro, sin duda, a ver si te lo hago llegar.
ResponderEliminarUn abrazo.