ENTREVISTA A ALEJANDRO CASTROGUER
Por Pilar Alberdi
Ilustraciones de José Manuel Nogales y Félix Royo
Alejandro, cuando leí por primera vez algunos de los capítulos de tu novela La Guerra de la Doble Muerte, sentí, además de que no la podía abandonar que estaba bien escrita y era fácil de leer, que estaba en el presente más absoluto que se pueda estar y en España. Creo que ese es el gran golpe que nos da la historia. ¿Te han comentado esto mismo? ¿Qué otras apreciaciones te han hecho los lectores sobre los capítulos que presentaste en el blog?
Ahora se estila en la literatura nacional dedicada al género zombi situar la acción en nuestro país, donde acercar mucho más la historia a los lectores, que la hagan suya reconociendo tal o cual cuidad. Para ver zombis americanos en ciudades o pueblos netamente yanquis podemos elegir una de tantas películas.
Así que de alguna manera jugaba con las cartas marcadas. Pero si de alguna manera había de ser fiel a mi estilo y mi personalidad hay que arriesgarse con alguna propuesta diferente. De ahí que escogiese como protagonistas a los propios muertos vivientes.
Los lectores han aceptado con agrado la partida de póker que les proponía y han señalado, casi mayoritariamente, mi estilo diferente, mi obsesión por hacer bella una carnicería de zombis.
Creo que has tenido un alto índice de visitas en tu página a raíz de la publicación por entregas de La Guerra de la Doble Muerte. Esto supone un reconocimiento. Una prueba de que mantiene el suspense, y provoca el interés.
Superar las 13.000 visitas en tan poco tiempo habla por sí solo de la aceptación de la obra. Ya desde el primer capítulo el impacto de la prosa provocó un alud de comentarios, más de 80 para una sola entrada. Nunca me había pasado nada parecido.
Ha sido empeño propio dejar muchos de los capítulos en la fase más alta del mismo, justo cuando había de resolverse un pequeño misterio. Las reacciones de los seguidores del blog siempre han sido entusiastas en este aspecto.
En una conversación que mantuvimos hace ya un tiempo por este medio, el e-mail que es un medio tan efectivo para hacer buenos amigos en cualquier parte, me decías que eras muy exigente con tu obra. Yo añadiría muy responsable. Pero lo que me asustó un poco es que me dijeras que habías destruido seis obras, dejando a salvo sólo El bailarín de claque, novela negra, La octava noche, novela fusión Scifi y policíaca, y La Guerra de la Doble Muerte.
Para mí esta profesión se merece la dignidad de lo mejor de cada uno. Escribir esas seis novelas ha sido el mejor de los aprendizajes, si dejamos aparte las intensas sesiones lectoras. Más de dos mil páginas escritas curten al más limitado de los escritores. Quiero creer que nunca partí desde tan atrás, que en esas obras ya había algo decente, unas pavesas que iluminaban ya el resto del camino. Valga relacionar sus títulos para rendir homenaje a esas novelas parcial o totalmente destruidas: “Jeroglíficos de muerte y salvación”, “Un niño bueno”, “Como una raya de tiza”, “Soñaba que soñaba”, “Las puertas” y “Horizonte marfil”.
Antes te decía que me asustó un poco, porque ya la palabra «destruir» asusta... Pero así no hubiera nada para rescatar de esas obras, cosa que dudo, sin ellas no estarías donde estás como escritor, y nadie sabe mejor que tú cuál es tu posición. Y no se trata de éxito o fracaso, de ser conocido o desconocido, sino de ser auténtico, en el sentido de dejarse el alma y todo lo que uno es y siente en ese viaje por la narración.
Ya te comentaba eso antes, Pilar, que ellas me ayudaron a mejorar y no me arrepiento. Hoy en día hay mucho escritor que publica lo primero que escribe y eso se nota, claro, siempre que no seas un genio y tu inexperiencia un lastre.
Recuerdo la bisoñez de alguna, el atrevimiento erótico de “Las puertas” o el malagueñismo de algunas escenas de “Soñaba que soñaba”. De ésta puedo repetir de memoria hasta el inicio:
“Soñaba que soñaba que era Gary Cooper y que de mí se enamoraba una Ingrid Bergman …”
Agradecido estoy a cada una de ellas la experiencia cobrada y los defectos marginados. Lo único que lamento es que ciertas dedicatorias a familiares muy especiales deban esperar una nueva oportunidad para quedar impresas en las primeras páginas de un libro.
Convencida de que eres muy buen lector, me gustaría preguntarte que autores te han influido, qué tipos de lecturas has hecho, qué has aprendido.
Hay tantos autores que vamos a ver si no me olvido de alguno que haya de lamentar luego. Amen de aquellos a los que debo mi iniciación en la lectura (J.Verne, R.L.Stevenson, D.Defoe, M.Twain, H.G.Wells …) he de recordar la importancia que tuvo en mi vida El Quijote, que leí con apenas 14 años y en veinte días. Fue en 1º de BUP cuando el profesor de Lengua/Literatura accedió a mi proposición: la inmortal obra de Cervantes a cambio de los consabidos libros obligatorios para cada trimestre. Fue el inicio de mi pasión por los grandes títulos, “Los miserables”, “Crimen y castigo”, “Nuestra señora de París” o “Los hermanos Karamazov” entre otros.
Necesito señalar el descubrimiento, años después, trabajando en Barcelona de Charles Bukoswki al que agradeceré siempre esa bocanada de aire fresco que supone su estilo directo y desvergonzado. Pasar a Henry Miller era sólo cuestión de tiempo.
Mi interés por leer lo mejor entre lo mejor me ha guiado de Juan Marsé a Antonio Muñoz Molina o Antonio Soler, de Italo Calvino a Alessandro Baricco, de John Fante o Raymond Chandler a Ray Bradbury o a Raymond Carver. Un autor que he leído con pasión, a pesar de su extrema dificultad, es Antonio Lobo Antunes del que he aprendido cómo hacer monólogos interiores usando las voces de los personajes.
De todos los libros, quiero suponer, he absorbido algo aunque no sea consciente. Es verdad que Bradbury me ha impresionado recientemente con su habitual sentido poético, pero no menos importancia presto a Raymond Carver, autor de lo que algunos llaman minimalismo literario. Adentrarse en sus cuentos es un viaje en busca del detalle mínimo y de las historias sugeridas.
No sé si lees libros sobre técnica literaria, en sus diferentes versiones, sobre teatro, guión, narración... Yo he leído mucho siempre sobre esto. Siempre pensaba y pienso cuando lo hago: algo de esto me quedará. Seguro que algo mejoro en lo próximo que escribo. Me sigue apasionando la técnica, el análisis de estructuras de las obras, y al hacerlo con la de otros me permite hacerlo con las mías. He escrito algunos cuadernos sobre el tema y seguiré escribiéndolos. Al hilo de esto... ¿Cómo te organizas el trabajo cuando escribes? ¿Fichas, cuadernos de notas...?
Sí que he consultado algunos títulos, más como curioso empedernido que como estudiante aplicado. Seguramente he buscado más las raíces de la misma literatura entre los autores que entre los estudiosos. Todavía recuerdo las palabras que me dedicó hace más de 15 años Augusto Roa Bastos, autor de “Yo el Supremo”, cuando en mi insolencia de joven escritor me atreví a pedirle un consejo para escribir bien.
“Lee mucho”, y después de un segundo de reflexión apuntó, “lee a los grandes”.
Y así he hecho desde entonces.
En cuanto a eso que preguntas de cómo me organizo el trabajo te diré que soy un escritor metódico, que detallo capítulo a capítulo antes de empezar a escribir. Antes usaba cuartillas donde describía punto por punto la acción del capítulo en cuestión. Ahora lo hago, gracias a la facilidad de tener un netbook, en distintos archivos y blocs de notas. A pesar de haber progresado y dejar casi olvidado el papel y la obstinación del bolígrafo, mantengo una costumbre de entonces. Al final de cada archivo o bloc escribo… ¿para qué sirve este capítulo? Por supuesto, si no soy capaz de responder a la pregunta, el capítulo queda a la espera de la oportuna revisión.
Aparte de escribir y trabajar, que te gusta hacer, qué necesitas hacer para sentirte bien, especialmente cuando estás metido de lleno en una obra.
Escuchar mucha música y pasear para despejarme. A veces una buena dosis de Mozart o algo de Bill Evans es el mejor de los analgésicos. Sin música, sin esos autores que me inspiran, yo no sería ni la mitad de quien soy en realidad.
Pilar, quítame los Cds y seré uno de los hombres más inútiles, irascibles y prescindibles que conozcas.
Pasear por la playa es el complemento perfecto para la intensidad que a veces bulle dentro de mi cabeza. En realidad soy un hombre tranquilo.
¿De qué modo te ha influido el cine y de qué manera crees que esa influencia aparece en tu obra?
La importancia del cine en mi obra es obvia. Basta con leer algunos pasajes de “La Guerra de la Doble Muerte” para reconocer algunas referencias a grandes obras del 7º arte. Del cine he aprendido a trabajar el aspecto visual de cada escena. Es más, la planifico concibiendo la imagen. A los personajes les pongo el rostro de gente que conozco y necesito ver los detalles con la linterna de la imaginación antes de trasladarlos al papel.
Como ya he comentado con la música, el cine es fuente de inspiración. Un secreto, cuando veo en casa una de esas grandes obras la sigo con papel y bolígrafo, dispuesto a apuntar cada detalle interesante. Supongo que he respondido a tu pregunta.
¿Sabes lo que decía Jorge Luis Borges? Borges les decía a los jóvenes que no se apresurasen a publicar. Que luego podrían arrepentirse de obras que más tarde considerarían menores. La verdad que no sé cuál es el punto justo, pero los jóvenes de hoy no lo tienen fácil para publicar. ¿Qué nos puedes decir desde tu experiencia?
Pues que 20 años, como decía el tango, es toda una vida. ¡20 años! Eso es lo que llevo en barbecho. En su momento padecía la misma enfermedad, esa necesidad, compulsión por publicar, con una urgencia casi sexual.
Ahora soy consciente de que todo tiene su tiempo y que el mío no ha de tardar demasiado. Después de 20 años, dueño ya de algunos recursos y tahúr de no pocas trampas literarias, soy capaz de acercarme mucho al ideal imaginado antes del proceso de la escritura.
¿Un autor/a que nos recomendarías?
Hay muchos, sin duda Pilar, y todos ellos figuran entre los fundamentales. Pero por decir uno, Antonio Muñoz Molina, autor del mejor Premio Planeta de la historia del concurso, “El jinete polaco”. Es dueño de un estilo barroco, pródigo en comparaciones y frases subordinadas, pero sin perder el norte de la claridad y el natural decurso de la acción. En cada una de sus obras, desde las novelas negras o policíacas (“El invierno en Lisboa” o “Beltenebros”) hasta las que tiene a Magina como escenario de sus obras más intimistas (Beatus ille” o “El jinete polaco”), la lección de este autor es clara: el castellano es un arma poderosa con la que, él en particular, cuenta las historias de personajes grises, a menudo asfixiados por el engranaje gigantesco de la vida, las rencillas, las pasiones o las venganzas.
¿Una novela? ¿Y podrías explicar el por qué?
”Océano Mar” de Alessandro Baricco. La razón es fácil. Porque en ella hay más literatura y más poesía que en cientos de esos libros que las editoriales lanzan al mercado con la consigna única del beneficio económico. Cada personaje esconde algo y las escenas están descritas con la suavidad de una acuarela, en algunos pasajes, y con la violencia del aguafuerte, en otros.
Una historia al borde del mar en un caserón que todos querríamos conocer. Sin duda, una de mis 10 novelas favoritas.
¿Un relato? (Idem)
“El elefante” de Raymond Carver, aunque podría elegir cualquier otro suyo. En su aparente cotidianeidad esconde el drama mayúsculo de un preso en libertad. La culpa, el delito, vivir para los demás. Los ejecutores de la pena, toda la familia que exprime la responsabilidad del personaje. El instante en que el lector se identifica con su tragedia, Raymond Carver consigue que entendamos sin explicaciones el título del cuento. Demoledor, como muchos otros surgidos de su pluma.
Por último y como pinceladas. ¿Que apuntarías detrás del punto final de estas frases? ¿Qué comentarios te sugieren estas palabras?
«Incluso la soledad tiene un final, para quienes se sienten lo bastante solos el tiempo suficiente» (T. Sturgeon, autor de ciencia ficción del libro Obras Maestras, Lo mejor Ciencia Ficción del s. XX. Selección de Orson Scott Card)
Que viniendo de Sturgeon, uno de los autores de Ciencia Ficción más intimistas, no me extraña. La soledad elegida es edificante. La impuesta, una condena.
«Si fuésemos un buen campo de labor, no dejaríamos perecer nada sin utilizarlo y veríamos en todo, en los acontecimientos y en los hombres: estiercol útil, lluvia y sol» (F Nietzche, Humano, demasiado humano)
Que nada acontece sin una razón y que todo hombre tiene algo que contar.
«Emplea el lenguaje como quieras y nunca podrás expresar sino lo que eres» (R. W Emerson)
La radiografía de la literatura, una verdad sin paliativos.
Gracias Alejandro, ha sido grato para mi conocerte y tenerte como amigo. Espero que sea por muchos años. De blog a blog, nos seguimos leyendo.
Blog de Alejandro Castroguer aquí:
Gracias Pilar por confiar en mí y por la entrevista. Un saludo.
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ResponderEliminarDe nada Alejandro. Ha sido un placer tenerte como invitado.
ResponderEliminarPilar
Qué buena entrevista, enhorabuena a ambos!!
ResponderEliminarGracias Guillem. Un placer tenerte como seguir en el Blog de la GDM (La Guerra de la Doble Muerte).
ResponderEliminarBuenisima entrevista, que nos pe4mite conocer un poquito mas de este escritor tan peculiar ( dentro del genero zombie) y que demuestra que se este tipo de literatura no esta reñida con una prosa elegante, profunda y poetica)
ResponderEliminarEnhorabuena a los dos: A Pili por una entrevista tan bien planteada y a Alejandro por su indiscutible talento.
Enhorabuena a ambos, siempre he creido que una buena entrevista sirve para lo mismo que una foto... Para mostrarte una imagen de algo o alguien, esta entrevista nos muestra mucho sobre el escritor y las fuentes de las que bebe y bebió en el pasado. Felicidades.
ResponderEliminarAthman, ése era el principal empeño de la GDM, contar una historia bien tétrica de la manera más elegante posible. Cada palabra (un sustantivo o un adjetivo bien empleado) puede convertirse en una bomba que estalle delante de los ojos del lector. Ésa es una de mis intenciones.
ResponderEliminarCulpar de mi estilo a mis lecturas y a mi largo proceso como escritor hasta llegar aquí es bien fácil. Sí. Sencillamente porque es la verdad.
Un abrazo.
Mis fuentes literarias, Sharly, hay que buscarlas en los mejores escritores del S.XX, aunque ellos nunca escribiesen literatura de género. Cortázar, Marsé, Bradbury ... Es que es tan fácil aprender de ellos.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por la lectura.
Muy interesante entrevista, ayuda a conocer un poco más a Alejandro y saber de dóde viene esa manera de escribir. De lo poco que he leído de él, que es la GDM, pero como ya le dije en una entrada de la novela, la poesía.
ResponderEliminarGracias Jaraco por mantenerte fiel a la GDM. Espero dar noticias de la publicación en breve.
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